Acaba de terminar el programa de Amaury Peréz ("Con dos que se quieran") de este martes. La invitada de hoy fue Broselianda Hernández, una de las grandes actrices cubanas de estos tiempos. Dueña de un peculiarísimo encanto y de una energía que conmueve de inmediato, Broselianda ha realizado personajes imprescindibles del teatro, la televisión y el cine cubanos. Ágave y Leonor Pérez son dos de esos roles cuyo estudio daría para amplios ensayos. La recuerdo también en la telenovela Cuando el agua regresa a la tierra y el Calígula de Carlos Díaz. Mientras veía la entrevista pensaba en la recientemente desaparecida Adela Escartín, una actriz española que aportó mucho al teatro cubano y a quien obviamente no conocí. Pensé en lo poco que sabemos de nuestras actrices y actores de entonces, de sus métodos, de su manera de enfrentar un personaje, de sus secretos técnicos. Este mismo año el Centro de Investigación de las Artes Escénicas organizó un coloquio de homenaje a las grandes actrices cubanas. Ojalá se publiquen todas las ponencias, pero antes ojalá que se junten testimonios, entrevistas, libretos anotados. A través de todos esos documentos podremos, no ya reconstruir, pero si atisbar las esencias de esas vidas en metamorfosis que contribuyen, a veces en mayor medida que otras artes, a la indagación sobre la identidad y la humanidad, acaso el mayor de los enigmas. Dejo aquí el vínculo a la transcripción de la entrevista de Amaury a Broselianda, y aprovecho para agradecerle los momentos inolvidables que ella ha hecho posible.
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