Jaime Gómez Triana
Fotos: Abel Carmenate
Fotos: Abel Carmenate
Nelda Castillo asumiendo a un imitador de Elvis Presley |
Bajo el título La
última cena, el grupo teatral El Ciervo Encantado viene presentando desde
fines de pasado año su más reciente propuesta de café-teatro, con la cual da
continuidad a sus principales búsquedas estéticas y a un proyecto cultural y
pedagógico que, como se conoce, va mucho más allá de la producción y
presentación de espectáculos.
La nueva entrega, con la cual anuncian su próxima mudanza
hacia una nueva sede que se construye en Línea y 18, en El Vedado, es colofón
de un arduo período de trabajo en el que se sucedieron giras internacionales y
nacionales y en el que el grupo trabajó en el remontaje de dos espectáculos
fundamentales de su trayectoria: Un
elefante ocupa mucho espacio y De
donde son los cantantes. El primero, ya recuperado para el repertorio
activo del colectivo, contó con la participación de un renovado núcleo de
jóvenes actores, todos egresados del sistema de enseñanza artística, mientras
el segundo constituyó el cierre de los estudios de actuación de un grupo de
alumnos del Instituto Tecnológico de las Artes del Ecuador (ITAE), institución
con la cual El Ciervo Encantado viene colaborando desde hace algunos años.
Espacio polivalente en el que confluyen las artes, el
café-teatro, se estructura a partir de aportaciones diversas –danza, música,
performances, artes visuales— que se barajan con pequeñas piezas escénicas a
cargo de los integrantes del grupo. Junturas inesperadas –la del canto lírico
en diálogo con el rap o el jazz, por ejemplo— se amalgaman con una relectura
actualizada del bufo cubano en la que se presentan personajes de referente
real, íconos del teatro popular cubano y otros seres que dan cuenta de aspectos
diversos de la realidad más inmediata. La caricatura como principal
procedimiento escénico se enlaza con las piezas de la “Galería i-meil”, del
artista Lázaro Saavedra, que el propio artista dibujó con tiza en las paredes y
sirven de escenografía al convivio.
Grisell Monzón en su balsero indeciso que recuerda
al personaje de Virgilio Piñera
en su cuento Natación
|
Entre los momentos teatrales de este café-teatro sobresale
la aparición de la propia Nelda Castillo en una revisitación al personaje de La
Estrella, procedente de su espectáculo De
donde son los cantantes. La actriz y directora transforma al presentador de
Tres tristes tigres en un gozoso imitador
de Elvis Presley que con total maestría se apodera de la escena y evoca a
notables figuras de la cultura cubana. Este presentador formula frente al
público la pregunta de los Matamoros e inicia con ella una nueva indagación en
los márgenes de la nación: la emigración de los cubanos y sus causas, el
contrabando de mercancías prohibidas, la enseñanza artística en relación con el
cuentapropismo, las deficiencias de política informativa, las limitaciones del
acceso a internet, la preeminencia de la burocracia y la propia trayectoria del
grupo según las opiniones de los críticos reunidos en una mesa de diálogo, de
inspiración francamente molieresca, son algunos de los temas que integran el menú
de esta cena teatral.
Junto a la experimentada Mariela Brito, integran el elenco
de El Ciervo Encantado los actores Arnaldo Galbán, Grisell Monzón, Abel Rojo y
Daniel Romero. Significativo es trabajo de estos jóvenes, aun en proceso de
formación, que han asumido con rigor no solo los aspectos propiamente
artísticos sino también un sinnúmero de
tareas de gestión y producción, propias de la dinámica de un colectivo
que sostiene la idea del grupo como piedra angular de su poética.
Sin duda, la posibilidad de apreciar el trabajo como
actriz de la propia Nelda Castillo, en diálogo con el desempeño de Mariela
Brito y de los intérpretes más jóvenes, evidencia la coherencia del sistema
creado por esta destacada pedagoga, así como su compromiso con la obra que es
para ella la formación de un actor libre de bloqueos que sea capaz de
metabolizar su contexto y de autoexpresarse en función de sus propias
necesidades.
El café-teatro de El Ciervo… apuesta por la recuperación
de un espacio para la bohemia en la noche cubana. Un espacio para el diálogo
desde el arte, que pone en jaque la excesiva solemnidad imperante en nuestro
contexto y moviliza al espectador mediante la confluencia de humor y rigor.
Quebrando falsos estereotipos acerca del teatro de grupo y sus dinámicas La última cena abre un sitio en el que son bienvenidos por igual
creadores consagrados o emergentes. De seguro, como ocurrió años atrás en las
aulas del ISA, todos los que logren participar de esta experiencia recordaran
estos días y el peculiar momento de aprendizaje que ellos representan, pero lo
más importante es la opción misma que esta obra ofrece en estos días de la Cuba
actual tan urgidos de debate acerca del presente y el futuro de la nación.
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